Demeter y las estaciones

Ay, el invierno. Que maravillosa época del año (la mejor) Adoro esos meses de fresquito en los que puedes salir a la calle a las cuatro de la tarde sin miedo a morir derretido.  Esas semanas en las que puedes ir en metro sin temor a intoxicarte con una axila sudorosa ( Poco se habla de los peligros del verano, la verdad) 

Ese tiempo del calorcito de los abrazos, de luces de colores por doquier, de cercanía, de alegría y de navidad. Además, para mí que vivo lejos de Trujillo, el lugar en el que nací ( un pueblo extremeño que no es porque yo sea de allí, pero la verdad es que es precioso),  cuenta con un valor especial. El de los reencuentros, la familia, los animales y el huerto. Es olor a hierba, a chimenea y a la leche frita de la tía.  Son las mismas anécdotas contadas año tras año pero sin perder una pizca de gracia. Es el momento de esperar a la prima tardona mientras le colocas espumillón en la cabeza al abuelo y le plantas un par de sonoros besos ante los que no puede disimular una alegre y orgullosa sonrisa, por muy serio que sea. 

Cosas que convierten esta época del año en una de las más especiales para mí. Y como no podía ser de otra manera, con el paso de los años me topé con un relato que le iba a dar un tinte todavía más especial a mi querido y deseado invierno

Se trata de la historia de Demeter, la diosa helena de la agricultura. Una de las vidas más trágicas, dramáticas y emocionantes de las que nos ha dado la mitología griega (que ya es decir)

Comenzando porque nada más nacer fue devorada por su padre Crono. Éste, que era uno de los titanes que gobernaba la tierra en su tiempo, e hijo de Urano (el cielo) y Gea (la tierra), acabó con su progenitor. Entonces a Crono le llegó una terrible profecía. Al igual que le ocurrió a su padre, él también estaba destinado a perecer en manos de uno de sus hijos. Y como a grandes males grandes remedios, la mejor solución que se le ocurrió fue ir devorando a cada uno de sus hijos nada más nacer :  Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón. Entonces su mujer Rea, tratando de salvar a su siguiente hijo, se escondió en la isla de Creta para dar a luz a Zeus. Éste sería el que salvara a sus hermanos, que acabarían siendo devorados por Crono. 

En ese momento comienza una guerra entre los dioses y los titanes que acabó con los titanes en el infierno (excepto Atlas, que te sonará porque es el titán que sostiene la Tierra con sus propias manos) Entonces los hermanos se repartieron el pastel. Zeus se quedó con el Olimpo, Poseidón con los océanos, Hades con el inframundo, y para Demeter y sus hermanas…pues las gracias, supongo.

Más adelante el drama continuó. Zeus abusó de Demeter y de ese encuentro nació una preciosa niña, Perséfone, a la que Demeter querrá con locura. Pero este es el olimpo griego, así que las cosas no continuaron tranquilas mucho más tiempo. 

Esta vez sería Hades el que se enamorara de su sobrina Perséfone y se la acabó llevando con él al inframundo (como el que se lleva a alguien de viaje a la playa. Inframundo, ciudad de vacaciones) No queda del todo claro si Perséfone se enamoró también de su tío, si tomo una granada (se decía que quien probase el fruto de la granada quedaba atado al inframundo) o si, lo que parece más probable, se trató de un secuestro puro y duro, con todas sus letras. 

Demeter, que desconocía lo que había ocurrido, se quedó muy abatida y desconsolada ante la desaparición de su hija. Hasta tal punto llegó su tristeza que la tierra se volvió hostil para los hombres. La tierra se secaba, los cultivos se estropeaban y la gente se moría de hambre.

La situación estaba tan al límite que Zeus tuvo que intervenir y contarle a su hermana lo que había pasado con su hija. Ella se sintió tan decepcionada al saberlo que dejó el olimpo y marchó a vivir con la familia del rey Celeo, que la aceptó sin saber quién era realmente. Intentó llenar el vacío de Perséfone cuidando los hijos de la pareja hasta que la mujer le pilló tratando de hornear a uno de ellos en la chimenea, con la intención de convertirle en un dios. La pobre entró en pánico (cosas de mortales), y aunque al desvelar su verdadera identidad la gente se calmó, decidió que era el momento de dejar ese lugar también.

Tras esto Demeter, Zeus y Hades lograron llegar a un acuerdo. Pactaron que Perséfone pasaría la mitad del año con Demeter y la época invernal con Hades en el inframundo. El resultado fue que durante los meses que Demeter pasaba con su hija la tierra florecía y había cosechas propicias. Pero en la época del invierno, la que pasaba lejos de Perséfone, estaba tan triste y melancólica que apenas florecía nada.

Lo cierto es que la historia de Demeter es bastante tierna, trágica y triste. Y es la maravillosa manera que tenían los griegos antiguos de explicar las estaciones del año. 

Es curioso como todo este mito refleja muy bien el sentimiento de melancolía que mucha gente siente en esa época del año. Como si hubiera alguna especie de nexo de unión inconsciente entre los antiguos ciudadanos griegos y las personas en la actualidad. Obviamente todo tiene una explicación mucho más sencilla y certera. Que sí. Las temperaturas, la luz, los movimientos de rotación y traslación de la Tierra… 

Pero que quieres que te diga, a mi la historia de Demeter me parece de lo más bonita, ¿no crees? Y yo creo que esta es una de las pocas ocasiones en las que no hay que dejar que la realidad acabe con una bonita historia.

7 comentarios en “Demeter y las estaciones

  1. Reblogueó esto en SER+POSITIVOy comentado:
    «Se trata de la historia de Deméter, la diosa helena de la agricultura. Una de las vidas más trágicas, dramáticas y emocionantes de las que nos ha dado la mitología griega.»
    «La historia de Deméter es bastante tierna, trágica y triste. Y es la maravillosa manera que tenían los griegos antiguos de explicar las estaciones del año.»

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      1. Gracias a usted por sus interesantes y entretenidas publicaciones que sigo y leo con interés e ilusión.
        Saludos.

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  2. El otro día leí que no sé qué Universidad han iniciado un estudio científico para conocer los olores en la Historia. Sin tanta profundidad, nosotros en la facultad decíamos que en el autobús que nos llevaba hasta ella, en los meses de calor, olía a Juglar.

    La entrada es preciosa, como siempre.

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    1. Olores en la historia??pues estaría muy interesante😲 Es curioso lo de los olores, yo tengo muchos recuerdos pero más de niña. Como huele un juglar ? Jaja 😁

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  3. Me encanta! Y sí, nosé porque la gente adora el verano cuando el invierno es lo mejor! Buen trabajo y buen post 🤞🏼

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    1. Muchas gracias!!😀 Siii , que viva el inviernoo😁

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