Ay, la niñez. Qué bonita etapa. El comienzo de todo. Ese momento en el se empieza a forjar tu personalidad. Donde comienzan a fraguarse tus sueños, tus ilusiones, tus propósitos… Todo está envuelto en un clima de inocencia y candidez, y comienzas a fantasear con lo que te deparará la vida. Tengo que decir que de cría lo tenía muy claro: Yo de mayor quería ser Power Ranger. Y no es de extrañar. A día de hoy me sigue fascinando esa capacidad de repartir golpes y bromas tontas a partes iguales (no sé cuál de las dos cosas debían doler más, la verdad) Con el tiempo me di cuenta de que podía resultar algo poco realista, así que pensé en opciones más convencionales: Egiptóloga, paracaidista, corresponsal de guerra…
A medida que fui creciendo y rememorando años anteriores, se me venían a la mente esos días de verano que pasaba con mi abuela. Todavía recuerdo nítidamente esos juegos que se inventaba para hacerme más llevadera la hora de ir a dormir, y la medalla que me regaló aquel bendito día en el que por fin aprendi a decir bien aquello del maldito perro de San Roque (puñetera erre) Cuando pienso en esos momentos a lo que realmente aspiro en la vida es acabar pareciéndome un poquito a ella.
Resulta curioso cómo las personas que admiramos son el reflejo de nuestras aspiraciones e inquietudes. Si nos ponemos a reflexionar, ¿qué tiene que tener una persona para ser digna de admiración? Supongo que cada uno tiene sus posibles respuestas. Imagino que si le preguntases a Nietzsche ( así, por decir alguien) te diría que es una cuestión fácil: Estar lo más cerca posible de la idea de superhombre.
Nietzsche no es solo ese hombre de simpático bigote nacido para amargarte la época de selectividad. Lo cierto es que fue un gran pensador. Al fin y al cabo es uno de los filósofos más reconocidos de la historia y tiene teorías realmente interesantes. Entre ellas, claro está, su famosa teoría del superhombre.
Resulta que el superhombre no tiene nada que ver con aparecer en la última película de marvel, ni con tener una capa y un traje súper ceñido que ensalce tus enormes músculos. Este concepto , que surgió en “Así habló Zaratrustra”, su obra más famosa, va más allá. El superhombre es un ideal , una imagen de lo que el ser humano podría llegar a ser. Se basa en la idea de que el hombre, al superarse a sí mismo, acaba siendo más hombre que nunca. Y cómo es algo que afecta a todo lo que le rodea, incluyendo las creencias.
Cuando Nietzche dijo aquello de “dios ha muerto”, estaba manifestando que se había terminado la influencia del dios judeocristiano. Vino a decir que sus ideales habían quedado desfasados y que el hombre necesitaba un nuevo modelo a seguir. Él consideraba que el hombre de su tiempo, del S.XIX, se había convertido en un hombre apagado, descentrado e incapaz de encontrarle un sentido a su vida. Ahí es donde entra en juego el superhombre como un concepto que iluminará a la humanidad. El hombre avanzará y dejará de estar resentido porque ya tendrá un guía a seguir.
Pero, ¿ qué es lo que tiene ese superhombre? ¿Qué le caracteriza? Pues se trata de un ser aislado y autosuficiente con la capacidad de encontrarle sentido a su vida por sí mismo. Es un hombre libre que acepta sus instintos y no se avergüenza de ellos. Se ha hecho a sí mismo y es dueño de su vida.
Una cosa muy importante en él es que es partidario del eterno retorno. Es una teoría bastante compleja que se basa en la idea de que todo va a volver a repetirse infinitamente. Según esta teoría las personas que conocemos seguirán estando presentes, con las mismas propiedades y de la misma manera. Al igual que los animales, las plantas , los objetos… Todo.
Esto puede resultar bastante aterrador para las personas que están disconformes con su vida, pero para el superhombre, que la ha vivido de manera plena, lo mejor que le puede ocurrir es revivirlo todo una y otra vez del mismo modo. Teniendo en cuenta esto, si pienso en alguien así digno de admiración cercano a la idea de superhombre me la imagino con corona, barba de faraón y un par de ovarios bien puestos: Hatshepsut.
Es una de las figuras más sobresalientes del Antiguo Egipto. Esta reina-faraón cuenta con una historia digna de una buena serie de Netflix. Su drama comenzó muy pronto. Cuando su padre Tutmosis I murió siendo ella una niña. Sus hermanos varones también habían muerto, por lo que ella estaba en una situación ideal para sucederle en el trono. Todo parecía predestinado, y más teniendo en cuenta que su padre le había nombrado su sucesora.
Pero parece que el arquitecto real Ineni , una de las figuras más influyentes dentro la corte real , movió sus hilos cual villano de Disney. Consiguió el ascenso al trono de Tutmosis II (hijo de Tutmosis I y una esposa secundaria) y Hatshepsut no tuvo otra opción que convertirse en la esposa real de su medio-hermano, con el que tuvo una hija: Neferura.
Tutmosis II murió muy joven y como no tenía hijo varón volvió el conflicto por la sucesión al trono. Idemi entró en escena de nuevo y consiguió que la nobleza aceptase como única opción viable a Tutmosis III, el hijo que tuvo el faraón con una de sus amantes.
Pero esta vez Hatshepsut no estaba dispuesta a pasar por lo mismo. Ya había aprendido la lección. Argumentando que Tutmosis III aún era menor, tomó la regencia y subió al poder. Además hizo otra jugada maestra: Proponer el matrimonio de Tutmosis III con su querida hija Neferura.De esa manera quedaría legitimado su ascenso al poder. Y además logró alejar a Ineni de la escena política.
Supo rodearse bien y cuando se vió lo suficientemente fuerte se proclamó también faraón. Contaba con el apoyo de los sacerdotes, encabezados por Hapuseneb, hombre de su total confianza. Tutmosis III era aún bastante inexperto y tuvo que aceptar la situación. Hatshepsut tuvo que adaptarse. Hay que tener en cuenta que las mujeres no optaban al cargo de faraón. La máximo a lo que podían aspirar dentro del gobierno era al papel de esposa real. Es por esto que se hacía representar con los elementos masculinos de faraón : perilla, barba, tocado… Era una manera de legitimarse en el puesto a pesar de ser una mujer.
Lamentablemente al tiempo moriría Hapuseneb. Al igual que el otro gran apoyo de Hatshepsut, su amado y consentido arquitecto real Senenmut ( otra bonita historia que daría para una buena película romántica ) Y no solo eso. Al año siguiente fallecería también su as en la manga, su querida hija Neferura, heredera al trono. Con eso su idea de comenzar una dinastía de mujeres-rey ya no sería posible. Estos duros golpes que había recibido, sumados a que había un heredero que se estaba volviendo cada vez más fuerte, hicieron que se fuera retirando del cargo y de la vida política.
De hecho, la muerte de Neferura fue tan repentina y favorable para Tutmosis III, que hay quien piensa que pudo ser intencionada. Dime tú si no se podría sacar una versión egipcia de Juego de Tronos con esta historia.
La cosa es que Hatshepsut quedó tocada y hundida. Jaque Mate. Moriría a los 50 años de un cáncer que le provocaría un final lleno de fiebre y dolor. Su nombre fue borrado de los registros y edificios egipcios. No se sabe si por cuestión de venganza o por legitimar el ascenso al trono de Tutmosis III.
Lo cierto es que Hatshepsut pasó muchos años en el olvido. Hasta que su tumba fue encontrada en el Valle de los Reyes por el mismísimo Howard Carter, el archiconocido arqueólogo descubridor de la tumba de Tutankamón. Pero cuando entraron en la tumba resultó que el sarcófago Hatshepsut estaba vacío ¿Dónde estaba el cuerpo de la reina-faraón? ¿Habían querido deshacerse de ella al igual que hicieron con su nombre y su memoria?
Esta pregunta fue una incógnita hasta que en 2005 se identificó su momia gracias a un vaso canopo (los recipientes para las distintas partes internas del cuerpo que se extraían en la momificación) Su momia había sido descubierta un siglo atrás, pero nadie pensó que una momia tan importante acabaría en el suelo de una tumba menor del Valle de los Reyes, sin ningún tipo de ataúd ni ajuar funerario.
Una de las cosas que más llama la atención de su momia es que parece que está sonriendo. ¿Quizás satisfecha de las luchas que había llevado en su vida? ¿Preparada para afrontar su viaje al más allá?
Poniéndonos en su perspectiva es innegable que fue una superviviente. Una mujer en contra de lo establecido en su tiempo. Pongámonos en su lugar. Está claro que fue una mujer fuerte y resiliente que fue contra lo establecido en su tiempo. Consiguió adaptarse a las circunstancias que la rodeaban.Y es verdad que cuenta con alguna de las características del superhombre de Nietzsche. Pero la prueba definitiva: ¿Sería Hatshepsut partidaria del eterno retorno? ¿Le gustaría revivir su vida una y otra vez?
Lo cierto es que se puede tener una capacidad de lucha y la energía para llevar una vida por encima de las convenciones sociales, pero no por ello estar dispuesto a pasar por lo mismo de nuevo.
Yo por lo menos, si fuera Hatshepsut, me gustaría que las próximas vidas fueran un poco más agradables y menos complicadas (puestos a pedir)
Eso sí, si todo ese trajín es el precio a pagar por ser una persona libre y fiel a tí misma, la verdad es que me parece un precio que merece la pena pagar.
Precioso
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Graciasssss 😃
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Los hombres y mucho más los superhombres (siempre varones) suelen tener un alto concepto de sí mismos. Pero superar eso y más en la época de Hatshepsut, tenía mucho, mucho mérito.
Me ha gustado mucho.
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En este caso yo diría que se utiliza «hombre» como genérico. Por eso me ha gustado poner una mujer como ejemplo.Eso es, la idea es como Hatshepsut rompió muchas de las barreras que había en su tiempo ☺️ Muchas gracias por leerme y por tu siempre interesante opinión!! Bsss
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gracias por esta entrada. Creo que los hombres en todos los tiempos, han sabido que la mujer es mentalmente superior. por eso siempre nos tuvieron bajo el yugo .
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Me gustan mucho los avances que hemos hecho las mujeres en los últimos tiempos y me gusta pensar que estamos cada día más cerca en lograr que de igual el sexo que seas 👌🏿 Gracias por leerme ☺️
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Muy interesante. No tenía idea de qué había habido una mujer faraón, como seguramente habrán habido caballeros, guerreros y escritores famosos jamás identificados como mujeres.
Siempre me lamenté del precio que había que pagar, pero creo que hora me enfocaré en las cosas conseguidas. Gracias por esto. 😀
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Si…tiene una historia maravillosa. Totalmente de acuerdo contigo. Gracias por leerme ☺️
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